jueves, 26 de junio de 2008

Los gremios de productores audiovisuales y la Prochile Film Commission

Gentileza de GettyImages

La Asociación Gremial de Productores de Cine y Televisión, APCT, con la Asociación de Productores de Cine Publicitario, APCP, trabajaron en conjunto con Prochile en un proyecto que iban a presentar al CAIA, el 29 de mayo pasado, sin embargo, a último minuto decidieron no asistir a la audiencia que habían pedido porque no lograron un acuerdo.

El resultado de este quiebre entre los gremios, que no es el primero, es que ahora los publicistas desean presentar su diseño al proyecto público-privado Imagen País, coordinado por Juan Gabriel Valdés, y que es financiado por fondos públicos que llegan a Prochile desde Hacienda.
Esta campaña comprende una estrategia de posicionamiento de la marca Chile en nueve mercados internacionales con el slogan “Chile All Ways Sorprising”, sin embargo, es probable que este proyecto, que todavía no se consolida, no atienda a la APCP con su proyecto de Film Commission, pues Imagen Páis incluye el tema de las locaciones sólo desde la perspectiva de vender Chile, no los servicios asociados a la locación, porque eso sigue siendo parte de la producción de servicios.

Los productores de la APCT, en cambio, hicieron elecciones a principios de junio y el nuevo presidente es Bruno Bettati, productor ejecutivo del Festival Internacional de Valdivia y dueño de la Productora y Distribuidora Jirafa Films S.A.
Esta nueva directiva deberá afrontar uno de sus mayores problemas, igualar el desnivel participativo y profesional que existe entre las productoras de cine y televisión de Santiago y las de regiones, “el desnivel es abismal” afirma Tehani Staiger, ex presidenta de la APCT. Y con esto, el proyecto de Comisión Fílmica que quedó suspendido para desarrollarlo en el CAIA, seguramente siga así hasta nuevo aviso.

El desnivel se comprueba con situaciones como las del Primer Encuentro Nacional de Productores que se hizo el 2004, organizada por la APCT en Viña del Mar para conversar de la situación de la producción nacional. Asistieron 14 productores a pesar que la inscripción era libre y con gastos de traslado, alojamiento y comida pagados, y más encima, cuenta Staiger, fue imposible un diálogo porque los problemas de los productores nacionales eran muy distantes unos del otro, “en Santiago el productor tiene problemas con su coproductor español, con su distribuidor coreano, con la sala de Miami, con el Festival de Locarno, y el productor de Ovalle, en cambio, tiene problemas con el canal de TV regional que emite o no su programa, problemas contractuales con ese canal, entonces, ¿cómo nivelas?”

Ciertamente, ambos gremios estaban al tanto de sus facultades e insuficiencias, y aún así, se decidieron a presentar un proyecto compartido, es más, Tehani mencionó que las diferencias se marcarían en una fase mucho más desarrollada de la discusión del proyecto, en el momento en que cada gremio tuviera que crear su estrategia de promoción con Prochile para los mercados internacionales, pero no antes de presentarlo.

Francisco Williams, presidente de la APCP, ostenta orgulloso los atributos de su gremio, “nadie se imaginaría que Alemania mira a Chile con ojos atractivos para venir a invertir grandes sumas en hacer comerciales de lanzamientos de automóviles.” Otro ejemplo que da el publicista de la influencia de su gremio, es que los pocos equipos que la productora de James Bond requirió en Chile, fueron dados por empresas de rental que se desarrollaron a partir del cine publicitario.

Quizás era ineludible que todo terminara en un desempate, ya que después de casi dos décadas que los productores estuvieron congregados en el mismo lugar, el gremio de audiovisuales sufrió la primera separación el 2000, cuando los publicitarios decidieron independizarse.
A pesar de eso, los representantes, Tehani Staiger y Francisco Williams, unieron sus intereses para diseñar un proyecto que ajustara al medio audiovisual chileno en la Prochile Film Commission, ambos gremios estaban de acuerdo en que era “lógico” que este propósito nacional se albergara en Prochile, pero el pacto duró solo unos meses y, hasta el momento, no se habla de lo que produjo la separación.
Los audiovisuales nacionales se especializaron durante y después de la Dictadura Militar, en filmaciones a pedido como comerciales, videos clips, documentales turísticos, etc., y así industria publicitaria creció y requirió más tecnología. Hoy, por dar un ejemplo, la APCP negocia con marcas como Audi y Lamborginni.

Pasar de la fragmentación a la cohesión requiere de una decisión absoluta a querer crecer, y para conocer algunos proyectos que alcanzaron esta meta, será necesario exponer en primer caso el origen de la Plataforma de Negocios Audiovisuales de Valdivia, que descubrió que a través de la asociación con sectores económicos no relacionados con el rubro audiovisual, el salto era más amplio y seguro para poner a la ciudad en el mapa cinematográfico.

1 comentario:

BONO dijo...

Ojalá dejemos las vanidades de lado y pensemos mancomunadamente en una solución. Veamos por fuera un poco, sin ir tan lejos, países como Venezuela tienen desde hace muchos años una "Cámara de Cine Radio Televisión y Afines" donde no solo se regulan las tarifas de los servicios audiovisuales sino que generaron normativas para que toda asociación de productoras y gremios afines se basen en tarifas reguladas por dicha cámara.
Es solo un ejemplo, pero sería bueno que esto se pueda regular tanto por el bien de una pronta y real Film Commission como por una regularización y creación de normativas del medio audiovisual en general, sea cine comercial o publicitario.