jueves, 5 de junio de 2008

Film Commission: Posible victoria a lo Pirro

Anoche leí un cuento de una mujer que consumida por el tedio escribía cartas mientras viajaba en un globo aeroestático. Mientras pasaban los días, más disfrutaba el viaje y más ampliaba en las cartas sus críticas e impresiones sobre el progreso de la Humanidad, esto con una ligereza cómica envidiable.
De esa amplitud quiero destacar la relación que entendí entre lógica y coherencia: la lógica va buscando en el camino mismo la meta y la coherencia es la meta.

Desde esta vista podría decir que el gobierno de Chile sigue su lógica, pero el avance está lento o se ha visto estancado por algún dique tan grande como la cordillera.
¿Y qué se hace en este caso? Mejor es no precipitarse. En materias de políticas culturales audiovisuales es posible comprobar esto.
Encerrados en la máquina del tiempo.

¿Cómo ha avanzado la historia del cine chileno que comenzó en 1990? ¿El capítulo en que los cineastas se reunieron por primera vez después de 21 años en el marco del 3er Festival de Cine de Viña del Mar?
Ese día hubo una mesa de diálogo (publicada en la Revista CINE, diciembre 1990) donde se expusieron todos los problemas del sector, entre ellos, el miedo a ser manipulados por una mano invisible que reemplazaría a la guaraca militar. En síntesis, acordaron que en Chile no existe industria audiovisual pero que están dispuestos gastar sus fuerzas en formar una.
Quiero citar a Ignacio Agüero, director de "Cien niños esperando un tren"(1988), quien remataba en el foro: "... rescataría sí algo que es novedoso, y es el hecho de que en nuestro cine está más o menos garantizada la libertad de cada realizador. (...) Lo importante es organizarse en función de seguir haciendo una película tras otra. Esa tiene que ser nuestra política".
Han pasado 18 años y los realizadores audiovisuales conocidos todavía afirman que no existe industria, y además, todavía podemos decir que existe más o menos una garantía establecida de la libertad de realización cinematográfica.


En el mismo año, cuando Eugenio Tironi era el Director de la Secretaría de Comunicación y Cultura, la revista CINE lo entrevistó y el título fue:

"EL CINE DEBE SER TEMA DE DEBATE NACIONAL", ahí cuenta que luego de varias conversaciones con el gremio de productores de Cine y Televisión (APCT) nació la idea de crear una Oficina de Difusión de la Obra Cinematográfica Chilena que facilitara el acceso de las obras nacionales a los festivales internacionales, manteniendo un intercambio de información con entes similares. Es decir, ya en ese momento se daban cuenta que en otros países existía un organismo público que se preocupa del cine.

Luego surge Cine-Chile S.A. (QEPD), empresa que daba al cine chileno financiamiento de hasta el 70% de las obras a través de líneas de crédito blandas del Banco del Estado. Esta iniciativa fue desarrollada por Enrique Correa, Ministro Secretario General de Gobierno, Carlos Ominami, Ministro de Economía, René Abeliuk, Ministro de CORFO y Miguel Littin, Presidente de la APCT. Esta sociedad apenas duró tres años, claro está, permitió la realización de 10 películas, pero luego se abusó de los créditos y esta opción no subsidiaria para hacer cine se extinguió.
Después en 1992 se crea el Fondart, que funciona todavía, luego de varios replanteamientos sobre la distribución de los fondos, pero al menos está vigente.
Luego, a pedido de la APCT se le encarga al gobierno de Edo. Frei (1994) evaluar la industria audiovisual. De este informe se declara que si no existe una política de apoyo a la cadena de comercialización de cine, no existirá desarrollo audiovisual. Es cedir, el mercado está por sobre los realizadores y es la mano que mece la cuna.
Con estos antecedentes se crea el Programa de F0mento al Cine (1999-2003) que entregaba fondos específicos para el desarrollo de las distintas etapas de proceso de creación y distribución de películas, a través de los organismos CORFO, FONDART y DIRAC.
De aquí en adelante este fomento lo continúa el Consejo de Arte e Industria Audiovisual, (2004-·) que surgió de la Ley de Cine (Nº 19.981). Esto también surge en vista de que a partir del 2002 aumentan sostenidamente los estrenos de películas nacionales.
Y bien, hasta el momento creo que estas políticas públicas han seguido un camino lógico; los pasos en falso vendrían a ser parte de la incertidumbre tan propia del raciocinio humano. Pero sí, se ha logrado avanzar y dar cierta continuidad institucional en materias audiovisuales, y digo cierta porque habrá que ver qué pasa después de que Michelle Bachelet deje el mando.
El salto anunciado: de la ilusión a la decepción y el desplome.
Si se me permitiera conjeturar con lo que he visto en medios de comunicación, podría decir que el Estado dio serias pistas el 21 de mayo del salto que quiere dar. Un salto en la promoción de la imagen de Chile en el exterior que llevaría a desarrrollar por fin una industria audiovisual, y que por supuesto, sería con la ayuda de los 15 millones de dólares que se darán en el segundo periodo de este año y, con los 40 para el próximo a los sectores líderes y emergentes de exportación.
¿Bajo qué fundamentos podría afirmar tal imaginación?
Apartando que la campaña Imagen País fue el segundo tema que abordó la presidenta en el discurso del 21 de mayo, antecedido sólo por la situación de Chaitén. Este plan, que desarrolla su tercera fase, la de posicionarse en el exterior, es el nuevo administrador del Departamento de Servicios y Turismo de ProChile, representado por Patricio Parraguez, quien hoy está a cargo de las Locaciones y de la afiliación del país a la Asociación Internacional de Comisionadores Fílmicos.
Dejándome llevar por esta imaginación, podría agregar que es lógico que sea el sector audiovisual, cine, publicidad y televisión, el que dé paso hacia de cohesión de distintos sectores exportadores de Chile en Chile, a través de la Comisión Fílmica (y del trabajo previo que ésta requiere). ¿Por qué? porque es una oportunidad para demostrarse como industria, una que es capaz de unirse a otras para capitalizar un rendimiento e interés a favor del progreso económico y cultural en un territorio delimitado, esto es trabajando para la producción de películas chilenas y extranjeras.
Ejemplo de esto es VALDIVIA FILMS que nació de un proyecto de
fomento presentado a la CORFO.
Cito a Andrés Villagrán, Gerente General de la constructora Socovesa en Valdivia, empresa asociada: "La idea era convertir a lo audiovisual en una industria, que aportara a la calidad de vida de la gente a través de la cultura. Una ciudad culta es donde muchos quisiéramos vivir. Esto tendría como consecuencia que más gente se quisiera venir a vivir a Valdivia y eso evidentemente nos beneficia como empresa."
A esta experiencia también se integraron el Hotel Pedro de Valdivia y Hacienda Puertas del Sur, el Centro de Convenciones Isla Huapi, Café Palace y Telefónica del Sur.
Esto es lo que necesita Imagen País para pocisionarse en el país, una campaña interna que muestre en la práctica cómo más actores del sector público avanzan hacia la misma dirección, así los chilenos sabremos sentirnos identificados con la forma en que el Estado se promociona fuera, y así será también más fácil demostrar lo mismo en exterior.
Éste sería un piso firme (y lógico) para aterrizar del gran salto que se quiere dar, sin embargo, es muy posible que no suceda, ya que los recursos sólo están destinados para hacer promoción externa en ocho mercados internacionales. Resultó que los 15 millones anunciados por la presidenta serán dados a través de concursos y no directamente, y por esto mismo, la fase de promoción interna fue omitida del plan estratégico que hizo una agencia de comunicaciones contratada por la campaña. Así me lo dijo, con mueca de dolor en su cara una asistente de la campaña: No hay una fase de pocisionamiento interno de "Chile, All Ways Surprising".
Entonces ¿qué nos queda?
Una Film Commission a lo Pirro.
:::Y el cuento terminaba justo antes de que el globo se
desplomara y cayera al mar:::

1 comentario:

Raul Pinto dijo...

Absolutamente, felicitaciones por la iniciativa, estoy pendiente a cualquier notificación en el blog y facebook. Espero que logremos algo, por ahora cumplo con promocionar, mientras pienso en alguna idea más invasiva de acción para promocionar una film comission.

Saludos