domingo, 25 de mayo de 2008

ELEMENTAL: UN LIBRO BLANCO DEL AUDIOVISUAL CHILENO

Una Film Commission bien organizada no es una oficina más en el 7mo piso de un edificio público, eso es elemental para entender la función este organismo. Una Film Commission bien organizada tiene un comisionador que maneja con estrategia su lengua para ofrecer a otros comisionadores de otros países, paisajes de nuestro país, pero más difícil, debe garantizar el profesionalismo de las empresas de producción de servicios que participan en la realización de una película, que será competente gracias a un tráfico constante y creciente de información que ella misma reúne y difunde.Para esto, básica es también la compilación y análisis de toda la información que habita y se genera en el medio audiovisual con casuística incluida, es decir, aplicando casos concretos de acciones humanas que sirvan para prever contradicciones o ambiguedades en relacion con la disposición legal existente.Esto podría llamarse Libro Blanco del Audiovisual Chileno, ya que me fijo en el ejemplo español de Film Commission, que ostenta de una obra elaborada por una firma de abogados especializados en Derecho Audiovisual que redactaron el 2000 cómo se produce, financia y distribuye una obra audiovisual en España.
Cito un caso en España que menciona la importancia de fijar un plazo de producción en un contrato de cesión de derechos de transformación:
"Una conocida sentencia de la Sala 1ª del Tribunal Supremo de 2 de marzo de 1992 puede servir de ejemplo para ilustrar los problemas que pueden surgir en estos casos. Raúl G.G., autor de la novela "El año del Wolfram" y José María M. S., director de cine, a quien le interesaban los derechos del guión cinematográfico sobre la expresada novela, firmaron un contrato en el que el escritor "vendía" al director el derecho exclusivo del guión cinematográfico sobre la novela citada. Al no lograr el director la subvención que pretendía ni haber conseguido la preventa de los derechos televisivos a TVE no se llevó a cabo la película en el tiempo que el autor pensaba (pretendía que para realización rigiese el plazo de un año establecido para el pago). Como consecuencia, el autor presentó demanda contra el director y "Albos Films, P.C. SA" para que declarase resuelto el contrato por causa de incumplimiento o imposibilidad del mismo, imputable a los demandados.
El director alegó que los términos del contrato eran claros, no necesitados de interpretación pues se pactó una venta, por precio cierto y sin plazo alguno en la duración de derecho, siendo del absoluto domino recurrente decidir cuándo habría de realizar la película e incluso si se realiza o no, por aplicación del pacta sunt servanda o "lo pactado obliga".El Tribunal Supremo, al igual que las otras dos instancias, declaró la obligación de llevar a cabo la película con base en el derecho moral del autor, a quien no le es diferente que la película se lleve a cabo o no, pues de todo el contrato, incluidos los exponendos, se desprende la finalidad de que la obra cinematográfica se realice. Por ellos entendió que no había existido incumplimiento, pero que el contrato debía tener un plazo para qu no qudase sin efectividad práctica, aplicó el art. 1128 del Código Civil, concediendo cinco años para la preparación de la película y dos para su realización".
En Chile se debería hacer lo mismo, redactar y ordenar la información que existe en un solo lugar, que facilite la aplicación de la ley de cine y la de propiedad intelectual a los productores audiovisuales, que haga un catastro de los tipos de contratos que se hacen en una producción, técnicos y artísticos, y que incluya casos problemáticos que hayan ocurrido a profesionales nacionales. Que incluya también todas las alternativas de financiamiento existentes para producir una obra o para distribuirla.
¿Por qué hacer esto?La Film Commission Chile, según lo que tengo investigado, está naciendo pero no es reconocida por el medio audiovisual o por gran parte de él. ProChile es la entidad que negocia la venida de productores extranjeros a Chile, en este momento, la AFCI, Association of Film Comissioners International reconoce a Patricio Parraguez como nuestro comisionador, nuestro especialista en comercio exterior que vivió durante años en Los Angeles, CA. promocionando a distintas industrias chilenas, éste es su tercer año dedicado especialmente promocionar locaciones y ha viajado tres veces a la Location Trade Show en Santa Mónica con productores y distribuidores chilenos. Parte de su equipo también apoya a la producción audiovisual nacional en festivales como Cannes en líneas de acción comunes con el Consejo Audiovisual del Consejo Nacional de Artes y Cultura. En Cannes se instala un stand cinematográfico chileno hace tres años, aproximadamente, y es administrado por personas de ProChile y del Consejo Audiovisual que apoyan a productoras y cineastas a conseguir financiamientos, co producciones, vender derechos de sus obras, distribución, etc.La elaboración del Libro Blanco es un desafío mayor para el medio audiovisual chileno, pero una vez hecho se habrá sistematizado y afrontado muchos de los temas más relevantes para todos los involucrados o interesados en cualquiera de las fases de la creación Audiovisual, por ejemplo:
El alto costo de producción y bajo retorno de la inversión.
El abismo profesional que existe entre una productora de obras audiovisuales televisivas para canales regionales con una productora que produce para canales abiertos.
La carencia de textos que afronten el fenómeno Audiovisual nacional desde un punto de vista jurídico y empresarial.La feroz competencia de la industria americana e internacional, etc.
Y este reto no aparece estipulado legalmente como tarea de ProChile ni del Consejo Audiovisual, ni de nadie.
Espero tener acceso, al menos la coordinadora de proyectos del Consejo Audiovisual así me lo dijo, a saber qué pasa este 29 de mayo cuando la APCT y APCP se reúna con el Consejo Audiovisual para presentar un diseño de Comisión Fílmica. Pero según mis informaciones este proyecto todavía no tiene previsto conversar con una firma de abogados que se interese en la redacción de esta obra.

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