domingo, 13 de julio de 2008

La restauración del oasis audiovisual nortino

Imagen de la película "Antofagasta, el Hollywood de Sudamérica"

La historia de tres hombres pioneros del cine, Edmundo Fuenzalida, Alberto Santana y Arnulfo Valek, sirvió para ilumionar a Antofagasta y recordar cómo el norte de Chile, a mediados de la segunda década del siglo pasado, cientos de personas llegaban interesadas en hacer fortuna con el salitre y el cine mudo.
Tal día del 2001 se estrenó la película de Adriana Zuanic, “Antofagasta, el Hollywood de Sudamérica”, dirigida, producida y escrita por ella, un documental ficcionado sobre cómo la época de oro del salitre daba suficientes ingresos para que en Antofagasta se produjeran la mayoría de las películas chilenas de entonces. Zuanic sueña con que eso vuelva a ocurrir, y por eso es otra de las cabezas de los tres polos audiovisuales de Chile, y directora del Festival Internacional de Cine del Norte.
Este festival se originó con la presentación de un Profo a la CORFO, el que Adriana dirigió junto a René Huerta, su socio en la productora Glocal Films, sin embargo, por razones no especificadas éste no llegó a término. Según Huerta, el proyecto se transformó en lo que hoy son las tres unidades que desarrollan a Antofagasta como polo audiovisual: la Corporación para el Desarrollo Audiovisual de Antofagasta, Glocal Films y el festival.
La unión de empresas e instituciones que habían decidido levantar el proyecto de fomento se disipó, pero la perseverancia de estos dos antofagastinos hizo que corporaciones no perdieran el interés, como la Universidad José Santos Ossa y otras que llegaron después a apoyar la plataforma.
Así surgió el 1er Festival Internacional de Cine del Norte, que se desarrolló en julio del 2004. En este primer encuentro se hizo un foro sobre Comisión Fílmica con el fin de crear una, mediante el trabajo concertado de quienes se comprometían: las instituciones y personas invitadas, que firmaron un compromiso.
Ignacio Aliaga, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Leonardo Ordóñez, de Corfo, Regina Rodríguez de ProChile, Bruno Bettati como gerente del Profo Audiovisual Valdivia, Marcelo Ferrari, Cineasta, Maritza Gómez, de Corfo Regional, José González de ProChile Regional, Sergio Saavedra de Sernatur, Adriana Zuanic, y otros, certificaron con su firma este objetivo que aún no se concreta.




La época del cobre

Minera Escondida, ha otorgado auspicios a las cinco versiones del Festival de Cine, incluyendo la 2008, pues su Plan de Relaciones Comunitarias está orientado a mejorar la calidad de vida, y a promover el desarrollo de capacidades permanentes entre los miembros de la comunidad de la cual forma parte. Es un programa que busca crear relaciones de confianza y de mutuo beneficio con el entorno local, regional, y nacional.
De esta forma, vale especificar que el departamento de Asuntos Externos de la minera recibe la propuesta que los organizadores del festival envían anualmente, y luego evalúa si implementarla o no, es decir, no hay una participación comercial por parte de la empresa en el desarrollo del polo audiovisual del norte, sino que va de acuerdo al plan de relaciones comunitarias y a su carta de valores.
Bhp Billiton es la empresa más poderosa mundialmente en el sector minero, dato freak es que tiene más capital que Disney(!!), y en Chile opera en tres mineras: Cerro Colorado, donde es 100% dueño de la propiedad, Minera Escondida, con un 57,5% de la propiedad y Minera Spence, también con 100% de la propiedad, estas dos últimas se encuentran en la Región de Antofagasta.
Para promocionar su trabajo y demostrar que es el “mejor socio de Chile”, esta transnacional contrata a cineastas chilenos para hacer documentales sobre los yacimientos mineros, sus obreros y tecnología, para distribuirlas en África y Australia. Uno de estos documentalistas, que hace años atrás organizó el Festival de Antofagasta, cree que el problema de los cineastas en la región es que hay pocos talentos y mucho dinero, según él, durante mucho tiempo se financiaron proyectos cinematográficos de baja calidad y creatividad, hay “muchos computadores y pocas nueces, no como en Valparaíso, que hay mucho talento, pero pocos recursos.”
Si bien este cineasta concluye a que hoy la situación ha mejorado, piensa que el desafío para los audiovisualistas antofagastinos es reunir a sus talentos que están dispersos, él mismo piensa que en su trabajo para Bhp Billiton hay varios cineastas jóvenes de buenas capacidades, pero sus obras no son conocidas en el medio audiovisual porque, hasta el momento, tienen sólo fines comerciales.
El encargado de Desarrollo de Proyectos del Festival, René Huerta, también habla sobre esto, de la “fuga de cerebros” que hay que rescatar. Pero se refiere a jóvenes que emigraron de Antofagasta porque no tenían dónde estudiar una carrera universitaria de cine. Cuando se creó el Festival del Norte se dieron cuenta de esto, pues los organizadores empezaron a recibir correspondencia de chilenos nortinos que estudiaron cine en otras regiones del país o en el extranjero, en Australia, Alemania, Inglaterra, Argentina, Finlandia, etc., y a partir de este año están pendientes de que estos cineastas compitan en el festival o regresen a trabajar en él.




Combatiendo el centralismo

René Huerta vivió ocho años en la capital, y habla con convicción cuando dice que la actividad audiovisual de Santiago es problemática e incoherente. Su discurso es regionalista, las comisiones fílmicas para él, deben consolidarse en los tres polos audiovisuales, Valdivia, Valparaíso y Antofagasta, por que ahí están las personas más dispuestas a industrializar el sector audiovisual. “Bruno Bettati, su trabajo con Jirafa, y todo lo que él hace, poco tiene que ver con Prochile, más que nada es el apoyo de una sociedad civil proactiva y la política cultural que se estableció con la Ley Audiovisual. Prochile ha venido a hacerse el lindo diciendo ‘hemos hecho esto’, pero no es cierto”
A Huerta no le agrada que Patricio Parraguez sea el representante de una futura Film Commission, pero independiente de eso, lo que más anhela es que la política audiovisual siga desarrollándose, de manera que los 3 polos regionales se unifiquen para hacer un trabajo conjunto de locaciones y servicios de producción cinematográfica, y lo confirma, “es necesario porque hay que intercambiar muchas experiencias.”
Glocal Films dio servicios de casting y lobby a la producción de James Bond, lo que fue un gran aprendizaje para sus productores, por esto Huerta se reunió con el cineasta Samuel León de Valparaíso, y luego, Zuanic lo hará con Bettati para analizar los detalles que pueden ser interesantes para visualizar una mega producción a futuro. “Es difícil que vuelva una productora de ese calibre, sin embargo, perfectamente se puede dar, porque el equipo de EON Productions quedó muy satisfecho con los servicios locales”, dice Huerta con una mirada que brilla de ganas por la llegada de otra producción extranjera.
Aun así, con esta voluntad de confederación, el productor ejecutivo de Glocal Films, afirma que no pretenden asociarse a la APCT “porque los procesos han sido distintos y las experiencias de las productoras de Santiago son muy lejanas a las provincianas”, y con reticencia expresa que no formarían parte de una corporación que cataloga como centralizadora.

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